...y me haces sentir cosas
¿Cómo habría de explicar,
cuando ni siquiera se por dónde empezar?
Hacía tiempo que ciertas cosas había olvidado,
hacía tiempo que había olvidado,
hacía tiempo que había dejado de sentir,
había olvidado vivir.
Silencio
Apareces:
el segundo
(un montón de insectos suben por la boca de mi estómago hasta llegar a mi pecho mientras un escalofrío recorre todo mi cuerpo al mismo tiempo que un leve cosquilleo se desliza hacia arriba en cuanto se estremece todo mi ser)
se vuelve eterno.
Entonces dejé de estar en ese momento.
Me percato
Regreso
¿ Qué me pasa?
¿¡Qué me pasa!?
¿Qué acaba de pasar?
¿Qué pasa?
Hacía tiempo que había olvidado vivir,
hacía tiempo que no sentía:
¿Qué es esto?
No recuerdo,
no lo sé.
¿Qué acaba de...
¡No lo sé!
¡No recuerdo!
¿Es que tengo miedo?
Miedo a equivocarme otra vez,
miedo a confiar demasiado.
Miedo de volver a sentir tus temblorosas manos
tratando de acariciar mi cabello,
miedo de sentir que se congele el tiempo
caminando a tu lado,
miedo de pasar eternidades
refugiada en tus brazos,
miedo de sentir en mi espalda tu mano
presionándome contra tu cuerpo,
miedo de volver a escuchar los latidos
de tu corazón desbocado,
miedo de arrullarme en tus suspiros
y respiraciones,
miedo de cobijarme con tu calor
recargada en tu pecho,
miedo de que en un abrazo
se me vayan los años,
miedo de sonrojarme
cuando un beso me robes,
miedo de que vuelvas a deslizar tus dedos
entre mis manos,
miedo de sonreírte demasiado;
miedo de
tenerte miedo,
miedo de quererte;
de tenerte,
miedo.
Y es que a veces tanta tranquilidad
me parece irreal;
hacía tiempo que, se supone, había olvidado
soñar,
había olvidado sentir,
había olvidado abrazar,
y entonces apareces
y me haces sentir tantas cosas
que comienzo a recordar ahora.
