Post

23:00 Unknown 0 Comments

Que horrible los remordimientos del pasado que se arriman a uno
con abismales y quejumbrosas escenas.
Que horrible echar vuelta atrás a la página del libro
y darse cuenta que ya todo ha cambiado
y ha avanzado,
que uno sube
y los demás se van quedando.
Que horrible el poder asimilar el papel de otro
como el de uno mismo,
que horrible darse cuenta que en la posibilidad de caber...
cabías tú conmigo.
Que horrible la sensación de saber que
le he dado la espalda al destino,
de no haber cumplido el fin último de
uno de los tantos caminos que podría haber sido el mío.
Que horrible la vana sensación de adueñarme de lo ajeno
y creerlo mío,
que horrible,
este sentimiento de falso fracaso
en una de las tantas pruebas que me ha arrojado la vida,
que horrible,
sin duda,
que horrible, es esta incomodidad que me emana
de pensar las posibilidades
que no fueron posibles
contigo.






...y no es reproche, más bien es
el sentimiento de saberme inútil;
de saberme incapaz
para los fines que serían,
de no haber funcionado
en tu vida.
Mejor otra a que sea yo,

mejor otra menos ambiciosa que no sea yo,
que no sea yo,
no fui 
yo
no lo soy.

Que incómodo haber sido más lista
que hembra,
que horrible,
darse cuenta que en todas las posibilidades,
no era tan pendeja.

antes que

16:33 Unknown 0 Comments

…y la vida,
la realidad se va hinchando,
y se mantiene erecta
sobre mi colchón
y yo me siento sobre ella
y siento como me penetra
y me lleva,
y me doy cuenta
que llevo veinte años estando viva,
veinte años sin dejar de contraer y expandir mis pulmones,
veintiún años,
veintidós años
y aún me siento como una niña.

Más naufraga que navegando,
más perdida, más a la deriva,
más naufragando no por perdida,
sino por saber que tengo un curso;
si no tuviera un curso que seguir
no estuviera naufragando,
estuviera explorando.
¿Desde cuándo dejé de explora la vida?
¿Desde cuándo dejé de navegar guiándome por las estrellas
y comencé a creer en las rutas predispuestas?
¡Patrañas de la vida!
La vida que siendo un océano,
se dispone a recorrerlo a tientas,
siguiendo caravanas de barcos que ya navegaron
todos atrás de todos
como ovejas de rebaño.
¿Desde cuándo me volví tan aburrida?
Enjaulé mi alma  y dejé que fuera sometida
por mi propia  soberbia,
por el ser analítico
y rígido,
sistemático que se me enseñó a ser,
y ahora me cuesta trabajo,
me cuesta mucho trabajo salir
a volar,
y le huyo mucho al vacío,
y a las cosas incompletas,
y a lo incalculable
como el infinito;
y yo siendo poeta y pintora
y músico y bailarina,
yo animal – bestia
en las artes amatorias de la vida,
quise ser civilizado, aprender a
hablar y escribir como los humanos,
quise aprender a andar en dos pies
en vez de ponerme en cuatro
para ofrecer mi libido;
aprender a escribir y leer,
a vestir como se es debido,
y me gustó jugar el juego que todos jugaban,
a ser importantes,
a hacer como que hacía algo sin hacer nada,
a mover la lengua y los labios hablando sin decir nada,
a mirar por encima del hombro.
Me vestí de traje y zapatillas,
aprendí a maquillarme para ocultar mi rostro primitivo y animal;
mis ojos ya no reflejaban los misterios de la vida,
ni mi sudor desprendía los hedores de las libertades.
Dejé de vaticinar el fin de los tiempos
cuando me dispuse a ganar dinero
y no me di cuenta que el mío ya había terminado,
y no había llegado tan lejos,
es más, nunca me moví por más que había aprendido a correr en dos miembros…

Y de todo esto yo me digo:
“Undostres por todos los que a volar aprendimos”
porque el poeta como el artista,
como el ser humano,
merece correr libre por las grietas de la vida.

¿Desde cuándo se domesticó a la bestia?
Ojalá los humanos que no han aprendido a leer,
leyeran esto,
y que no jugaran el juego que juegan todos
y se mantuvieran libres
y no siguieran el ejemplo de nosotros,
y que no hubieran de someterse por ideas
por más buenas que parezcan
y se mantuvieran salvajes,
todos, como bestias.

Pare de Sufrir

1:34 Unknown 0 Comments


-¿Me das permiso?-

El hombre levantó la mirada. Se cuestionó si de verdad le había hablado a él, volteo a sus costados, balbuceo. 


-¿Perdón?- le dije

-No, no sí, siéntate.- Me senté- Ah - dijo- es que como estás flaquita si cabes bien ahí.

Lo volté a ver molesta. Siempre me ha molestado los comentarios sobre mi carencia de masa corporal.

-Ah, disculpa- y bajó la mirada.

Hubo un rato de silencio, hasta que me preguntó que si iba hacia Copilco, le dije que sí.

-Ah, esta bien, yo también voy para allá.- Guardo silencio.-¿Se te da el español?

Lo miré frunciendo el ceño, ¿qué diablos?, ¿español?. -Es que tu acento es como de otro lugar- dijo.

-Sí, soy de aquí- le dije riendo. Luego le pregunté que si él sí era de otro lugar, porque su acento sonaba de otro estado. Dijo que también era del Df. Me preguntó si hablaba otro idioma y le dije que el inglés. Me habló unas frases en acento británico muy rebuscado, ahora que lo pienso, algo que debió haber memorizado de algún guión de una película. Le dije que el inglés británico me parecía muy elegante, a comparación del americano. Él me recomendó series como Wallander. Me dijo su nombre (cosa que ya no recuerdo) y me preguntó el mío:

-Gary

-¿Gary?

-Sí, Gary.

-¿Con K o con C?

-Con G, Gary.

-Ah, Gary... Como Gary Cooper, un escritor muy bueno, o Gary Moore, así Ga-ry, Moo-re,  doble o .

Luego intentó cantar una canción de él, pero no pudo y guardó silencio.

-¿Y ya vas a la universidad?.

Le conté que estudiaba diseño "integral", que iba en Bellas Artes, que me gustaba más el marketing. Le pregunté que hacía él:

-Yo soy eléctrico.

-¿Eléctrico?

-Sí, electricidad, cosas...

-¿Reparas aparatos eléctricos?- lo interrumpí.

-Sí, aparatos, circuitos, conexiones, es que a mí nunca se me dio el estudio. Yo llegué hasta la secundaria, y de ahí cuando vi que no la hacía en la prepa, me salí y la hice abierta, y de ahí una carrera técnica.
Es que a mi no se me daba lo histórico, los libros, Octavio Paz, ese que está saliendo mucho ahorita, no, no, yo no le entendía, pero hay otras cosas que sí se me daban: la física, la química y los idiomas; las matemáticas no porque son mucho de pensar, en cambio la física es más sencilla, por ejemplo, tu tienes una circunferencia y esa circunferencia siempre va a estar en relación de pi, tres punto catorce dieciséis, del radio al diámetro, ¡siempre!, un circulo de 360 grados, donde tu puedes repartir el tiempo. La física es más movimiento, como esto- refiriéndose al camión- tu puedes calcular la distancia y la velocidad y saber a qué hora vas a llegar si repartes eso en el tiempo...- Mientras seguía hablando, recordé mis clases de física, que en paz descanse mi profesor Cayetano, pero nunca aprendí nada, y lo único que podía recordar era gráficas de vectores, porque me la pasaba haciendo ilustraciones de los problemas. "Seguro este hombre sólo llego a los vectores" pensé-... y ya sabes, son cosas vectoriales, unas líneas que sólo es fuerza y... así, en cambio cuando ya es física mas compleja, como la física cuántica -me acordé de mi novio que es Físico- ya son cosas absurdas, ¿entiendes?, la física cuántica ya es absurda, son cosas que ya van al espacio y al infinito -Imagine a mi novio dándole una rabieta y un infarto si escuchaba esto.

Este hombre, me recordó a un amigo, muy querido, super trippeado.


-Ya vamos a llegar- se levantó. Yo me quedé sentada pensando. -¿Vienes?
Me levante a mala gana, porque ya me había incomodado mucho.
Cuando bajaba del camión intentó ayudarme, pero fue muy lento: hombre inseguro.


Cuando bajábamos las escaleras, rogaba por favor, que estuviera la separación para hombre y mujeres en el anden, esa hubiera sido mi suerte, hubiera, porque no hubo ni madres. Me detuve para esperar el tren y el hombre seguía hablando de los espíritus y el cáncer, de ir a una iglesia con fama de verle la cara a la gente.

Dentro del metro le pregunté que dónde bajaba (para saber por cuánto tiempo más debía soportarlo).

-¿Yo?, no, no, sólo aquí, a... dos estaciones y ya, me regreso.

-¿Entonces bajas en Coyoacán?- le dije para confirmarle que debía bajarse en esa estación.

Ya no dijo nada, sólo movió la cabeza.

Entonces sacó su teléfono celular, esos de 200 pesos que puedes adquirir en cualquier Oxxo, y me dijo -Esta es una foto del santo sudario- yo asentí con la cabeza-Yo se la tome, y le puse el efecto de negativo, y salió esto. Ve todos los detalles.
Acercó el teléfono a mi cara, tanto que tuve que hacer bizcos para mirar la pantalla. Luego me pregunté que jodidos detalles podría apreciar en una pantalla de 150px, luego entendí que esa gente nunca conocería el HD o FHD o mirar imágenes en 1920 px, no por soberbia, sino porque en verdad se considera afortunada de ver un montón de pixeles jugando a intentar formar el rostro de Jesús en la diminuta pantalla de su celular.
-Esto yo lo hice, esto es ciencia- me dijo sonriendo. Tomo vuelta su celular, apretó unos botones y volvió a acercarme el teléfono a la cara
-Mira, esta es una foto de una amiga, en una sanación-
En la foto aparecía una mujer tirada en el suelo, rodeada de velas y flores y demás objetos extraños. Recordé que cuando ibamos entrando al metro me había hablado de Pare de sufrir, y que lo habían rescatado de la depresión e intento de suicidio, sacandole los espíritus que lo hacían pensar en eso.
Luego me preguntó si nos volveríamos a ver, le dije que no.

No recuerdo su nombre, pero tenía unos 48 años, hombre solo, eléctrico, reparaba aparatos, nunca "se le dió la escuela", según sus propias palabras, seguro no tiene hijos y no los tendrá, nunca tuvo una relación estable. Seguro el hijo menor de su familia, el que vivió opacado por sus hermanos mayores. Una persona que sufrió mucho, por ser tonto, por no gustarle leer, por no entender los libros y creer que siempre tendría a su madre para protegerlo. ¿Drogas?, seguro, en su juventud cuando dejó de estudiar la prepa. Aspiraciones de salir adelante, su segundo aire, tratando de corregir todo lo que hizo mal en su vida intentando ser amable, simpático y hacer amigos en el metro y los camiones, hasta que la mujer a mi lado le grita amenazándolo con llamar a la policía por saludarla.

El hombre bajó la mirada y se quedó callado.
La mujer siguió leyendo su revista con un artículo que decía "...personas hipercríticas"
En mi mente me imaginaba inclinándome hacia mi derecha y susurrando "Gracias" a la mujer, y pidiéndole que no se bajara. 
También me dieron ganas de decirle al hombre, que eso ya no se hacía, que estábamos en una humanidad muy viciada como para que un saludo, por más desinteresado que fuera, siempre se tomaría con desconfianza.

Llegamos hasta Hidalgo y el hombre no se iba, lo tenía aun a mi izquierda. Iba cubriéndome el escote de la blusa porque no podía sacarme de la cabeza una mirada, que le alcancé a descubrir. Gente invasiva, que de repente no se da cuenta que incomodan a los demás, que su amabilidad es forzada, que el ser buenos les sale más visceral que del pecho. Rogaba a todo lo disponible para que se fuera y me dejara respirar en paz un ratito. Gente que intenta hacer el cambio y termina demostrando el cambio no funciona, porque lo están haciendo mal.
Llegamos hasta la raza y el hombre seguía intentando de mantener conversación conmigo, pero sólo pensaba en que no le gustaba leer, en que creía en Pare de Sufrir, en que había entrado a esta iglesia por intentar suicidarse: Hombre débil.
La mujer bajó. EL hombre dijo:

-Es por falta de pareja.

-¿Perdón?

-Sí, es por falta de pareja, esa actitud que hizo es porque no tiene pareja, o porque son rasgos que no superan de su infancia....

-"Seguro tu viviste con tu madre hasta que falleció, o aún estas con ella. Fuiste el hijo bastardo, el tonto, el que nunca pudo hacer nada, el que se fue quedando, el que nadie nunca pudo querer. Nunca has tenido una relación o pareja estable, no tienes hijos y ni los tendrás. Eres un hombre inseguro, que busca compasión de la gente, el cariño que no tuvo, la buena charla que no puede tener consigo mismo, el apoyo que te hizo falta para no vivir enfermo de depresión, la fuerza que te rescató de un suicidio que por cobarde tampoco pudiste cometer. Te creíste escéptico durante catorce años hasta que te sacan de las drogas y te entregan a una iglesia en la que la gente con la educación más pobre y el nivel socieconómico más bajo es lo único que les queda, poniendo sus problemas en nombres de demonios y espíritus, en brujería y que luego se hacen llamar católicos fervorosos. Me hablas de la biblia y ni siquiera has terminado de leerla. ¿Y a ti que te falta? para que vegas siguiendo a una chica desde hace una hora, que te pidió el asiento que no estabas ocupando."
Claro que no le dije todo esto, por eso está entrecomillado, sólo lo pensé.


-¿Te gusta el futbol america...- Moví la cabeza en negativo. - es que mañana voy a una expo en el WTC...
Moví la cabeza en afirmativo.-¿Dónde estudias?

-Que en Bellas Artes- le dije entre dientes y con una notable desesperación.

-Ah... ah.. si, sí...

El metro llegó a Potrero.

-Bueno, fue un placer conocerte Gar. See you later.

-Bye...- sonriendo y moviendo la mano.

Cuando el hombre bajó del metro, pude verlo caminando hacia el otro extremo y alzando los hombros y con una mueca en la cara que decía "ni modo"
Me acordé de esos perritos que les das una palmadita en la cabeza y ya te siguen hasta casa, porque creen que vas a adoptarlos o les darás hogar o comida.