SECUENCIAS

20:58 Unknown 0 Comments



- Preview 00:01:02:09

Un gato.

13:53 Unknown 0 Comments


¿Desde cuándo su vida careció de sentido?




A veces le veo ahí tirada en la cama sin hacer nada hasta quedarse dormida.
Durante el día deambula por la habitación como si hubiera extraviado algo. Ha estado comiendo más de lo que suele hacerlo. No la he visto trabajando en su escritorio o en su aparato. Por las noches, la veo triste y cansada, cansada como de todo. 






A veces empieza a llorar de la nada y yo no sé si debo quedarme, pero me voy porque 
me molesta mucho. A veces no me deja dormir, o se olvida de darme comida porque llora, llora mucho y en silencio, y sólo se escuchan unos "heep", "heep", como si fuera un ratón, como si tuviera hipo.







Me molesta que haga eso, como si no pudiera hablar. A veces pienso que lo hará hasta que se asfixie o le dé un ataque, ¿¡y luego!?, ¡yo no voy a poder hacer nada!. 
No me gusta verla así. El ambiente en la habitación ser torna desagradable y apesta a melancolía. No la entiendo.






Y se queda ahí, 
tirada, 
mirándome, sin decir nada. 
Ni un miau, ni un prr, ni un sonido o gesto.
¿Qué se supone que haga? Yo no voy a hacer nada, yo no entiendo. No la entiendo.






Cuando está así me pongo nervioso, la ignoro y hago como si no pasara nada, 
pero no puedo dormir en paz. Cuando me voy regreso al poco rato 
porque me preocupa no verla por la casa o escucharla cantar. Entonces pienso que debió haberse ahogado con su propio llanto o siempre sí le dieron uno de esos ataques que yo pensaba. Entonces regreso. Siempre regreso a verla.






Cuando veo sus ojitos llorosos me dan ganas de salir corriendo, porque me da miedo la tristeza. Me da miedo que me pegue sus soledades o melancolías. 
Me acuerdo de ella cuando ríe, o cuando jugamos a corretearnos por la casa, o cuando nos escondemos detrás de los muebles y jugamos a atraparnos. También recuerdo cuando me acaricia y me deja subir en ella mientras trabaja en el aparato y cuando finge hablar en gato y sólo hace un montón de maullidos que no dicen nada... y la extraño, la extraño mucho.






Sé que no puedo hacer mucho por ella, pero al menos puedo hacerle ver que no esta sola. No en esta casa. Al menos no en esta habitación.







Yo estoy con ella. No puedo darle el cariño o la atención que pide, pero puedo darle mi compañía, que es poca, pero al menos me tiene a mí.







Al menos tiene un gato.



Amar-se

13:38 Unknown 0 Comments

A veces no creo ser lo suficiente
para ti.
No creo en ser lo suficientemente buena para estar a tu lado. Debo ser una persona horrible.
Tengo un humor de lo peor.

Estos día he estado vulnerable. Me enojo por todo
y en las noches
me dan ganas de llorar sin razón aparente.
Te extraño,
te extraño muchísimo como si no nos hubieramos visto en dos meses.
Cada día en mi tiempo parece un semana,
y cada hora se pasa por un día.
Cada hora que no puedo acariciarte se vuelve abismal,
y siento que he estado sola la mayo parte del tiempo.

"Soy una persona inestable" te dije,
al principio.
"Soy voluble y tiendo a deprimirme muy rápido".
Soy consciente de ello...
y nada puedo hacer para cambiarlo
porque parece que mientras más controlo mis emociones más se acumulan y llega un punto
en el que simplemente ya no puedo
y me dan ganas de correr muy fuerte,
de romper cosas
o de dejarme caer y "ponerme a llorar entre los azares"
No lo entiendo,
no entiendo. Lloro porque me desconozco,
lloro porque no soy capaz de entender que sucede,
de no ser capaz de tratarte con cariño o delicadeza.
Lloro por no ser adaptable socialmente.
Lloro porque estoy acostumbrada a que las cosas salgan como las planeo
y todo lo que he hecho
lo he hecho mal
esta semana
ha sido de lo peor...
y no sé qué me está pasando.
Cortaste una rosa para mí y lo único que supe hacer fue gritarte que estaba mal
ME ODIO
no sabes cuanto desprecio siento por mí misma.
Soy horrible y me odio, me odio como no tienes idea.
Estos días he sentido calores distintos, ajenos a mi cuerpo, a mi temperatura normal.
A veces, cuando me despiertan por las noches sólo deseo que me consuman y sueño con despertar hecha ceniza o vapor.
Hoy volví a sentir la necesidad de quemar todo sobre mí.
Tú me quieres tanto y lo único que he hecho es gritarte y quejarme de todo;
hay instantes en los que ni siquiera yo puedo soportarme.

Y vuelvo a llorar porque no entiendo que sucede.
De repente me dan ganas de explotar,
¡de estallar por completo!
como si tuviera tantas fuerzas y tanta energía que en cualquier momento pudieran reventarme las entrañas y la piel y consumirme en un segundo...
y aquí estoy,
otra vez,
en silencio.
Medito, he meditado más de lo normal.
Hago ejercicios de respiración para calmarme y lo consigo por horas,
luego me come la tristeza o la furia
y lo único que termino sintiendo es frustración.
Pensaba en que he estado envenenando de alguna manera...
y entonces me enojo
y me entristezco
y me dan ganas de llorar
y de romper todo
y irme,
sólo eso: de consumirme.

Debo ser horrenda contigo.
No he querido salir, porque nada ha salido bien. Todo lo he hecho mal.
Tengo miedo de verte y hacerte pasar otro mal rato
por mi humor y carácter insoportable.
Prefiero quedarme guardada esperando a que todo desaparezca
y rezando porque todo vuelva a la normalidad y al mismo tiempo
siento que me muero,
que me muero si sigo dejando pasar otro día sin poder acariciarte,
o sin mirarte a los ojos,
esos ojos café oscuro que tanto me gustan,
o sin poderte abrazar tanto tiempo,
o sin poderte besar toda la tarde
o sin poderte acariciar la barbilla y decirte que lo siento y que de verdad te quiero y que no sé que me pasa,
y yo me muero
todas las tardes que sé, podría estar pasando contigo y me quedó inmóvil, como un vegetal esperando a que termine el día, o el fin de semana
o el mes entero
o me termine yo.

Tengo bien registrado el grosor de tus dedos, ¿miras?
el área que abarcan entre los míos cuando los entrelazamos al sujetarnos de la mano.
Tengo también registrado la fuerza de tus brazos y la presión que generar alrededor de mi cintura
y de mi espalda cuando me tomas con uno solo de ellos,
también tengo registrado el ancho de tu espalda,
y la temperatura de cada parte de tu cuerpo.
Todo eso lo extraño
como si no lo hubiera vivido en años.
Y me quedo prendida de ese recuerdo,
porque es lo único que tengo de ti;
me aferro a tu cariño porque
en verdad
creo que no tengo nada más bonito en vida que eso.

Y no sé si me estoy deprimiendo sin razón
o si todo esto es una más de mis exageraciones.
No estoy diciendo que tenga que ser real;
no tiene que ser verdad,
sólo estoy escribiendo lo que siento,
como siempre lo hago;
puede que el corazón me mienta de nuevo,
pero lo estoy viviendo.

He pensado en hacer una actividad física,
en consumir más verduras y menos carne,
he pensado en cambiar y replantearme nuevamente mi identidad,
me he analizado desde afuera
y sólo lloro como una niña a escondidas
y me doy cuenta lo inmadura que soy
y pienso todas esas cosas sobre que no debería estar contigo
o con cualquier otra persona
porque no sé
no entiendo nada.
Soy muy débil y muy poco
para lo que me pido.
Por las mañanas me levanto y me maquillo
en un intento de subir mi autoestima o sentirme bonita
y hacerme ver que sí valgo la pena,
por algo,
porque de todo lo que he dicho que haría no he hecho nada,
o no he terminado nada,
pero no funciona.
He resuelto unos días atrás por quitar los espejos de la habitación
porque no me gusta lo veo,
y me quedo en casa,
encerrada,
o me tiro en la cama hasta quedarme dormida,
porque no soy
sigo sin ser lo suficiente buena,
para mí.

PERDÓNAME.
y todo esto lo pienso mil veces
y me enojo y entristezco y lo lloro otras mil más
hasta que me duele la cabeza,
hasta que siento que ya no puedo más,
y pienso en que no deberíamos compartir un techo
porque yo no sería capaz de comportarme como quisieras
o como quisiera yo,
y que aun cometo muchos errores,
y que aun me deprimo con mucha facildad,
y que aun soy demasiado infantil e inmadura,
tanto como para escribir todo esto y no ser capaz de hablarlo,
porque hablar nunca fue lo mío,
porque mi lenguaje siempre fue distinto,
porque siempre encontré otras vías para comunicarme
y que no soy lo suficientemente valiente
para expresar mis emociones o sentimientos;
que frente a ti soy débil
y estúpida
y me cohíbes, y te protejo
de mi misma,
porque sí como te amo,
te amo muchísimo,
así como te amo demasiado, así también podría hacerte daño
y te cuido de lo que hago, digo o pienso,
y me pongo triste,
y vuelvo a pensar que soy tan mala contigo,
que no he hecho nada
ni dado nada
ni ayudado en nada
y que jamás podré ser tan buena como he querido serlo contigo,
porque siempre meto las patas

y
no sé que me pasa,
no sé qué me pasa
y no sé desde cuando comencé a sentirme tan miserable y desdichada
y te he evitado
para no contagiarte
y que te dieras cuenta
y me miraras con esos ojitos tristes y perdidos
por no entender algo que quieres
y que tampoco yo puedo entenderlo.
Lo siento.