Nota de mi alma a la tuya #350

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¿Cómo te digo las cosas
con lo tanto que te quiero?

[...]

...y este pinche fuego que me destroza las entrañas
entumiéndome los brazos y apretando mi quijada.

No puedo evitar sentir resentimiento por ti,
ni puedo evitar sentir lástima por mí.
No quiero pelear más,
me rindo, me doy por vencida.
Mi frustración sexual me mata cada semana que no logro liberar
"todo esto que traigo dentro",
y así otra, y otro día, y
otra semana, y ya van dos,
tres,
ya va el mes con el que sueño que me cojas hasta el orgasmo.

[...]

Algo en mi pecho se infla y mis entrañas se quiebran. Siento que los músculos se me retuercen y el sexo me araña las ganas, como intentando atrapar la excitación que se esfuma con cada latido, pero todo se ha ido:
Un hueco se forma en el estómago y la bilis viene a intentar taparlo. La frustración nace en el centro del torso, cuando siento que ya te quedaste dormido. Entonces vienen todos los retozones a medias que he tenido y se me sientan encima, hasta que respirar me cuesta trabajo. Dan ganas de llorar. La impotencia de sentir como le arrebatan el cielo de la entre pierna a uno, la piel encendida gritando en clemencia de unas manos, el sudor que apenas brotaba siendo reabsorbido por los poros, la mirada en un punto fijo como quien acaba de perder el sueño, las manos entumidas, las nalgas apretadas, y los latidos agitados que no se hayan en un cuerpo en reposo.

Te acaricio la espalda con la punta de los dedos para ver si te despierto, pero la hierba te pegó muy duro y a ratos me respondes las caricias tocando mi cintura para sentir como se te va la cabeza mientras regresas sin esfuerzos al mundo onírico. Está bien, me guardo este fueguito para la próxima vez, la próxima vez, la próxima vez, la próxima vez tengo ya las ganas hinchadas y pocas son las oportunidades de que logre extinguir este incendio que en las noches se transforma en insomnio y me duermo ya muy tarde tratando de distraer la mente con pendejadas por internet.


"Un dildo debajo de la cama,
para el día en que te vayas"
o te vengas y me dejes a medias.



Te quiero tanto, 
dejaré que la vida me tuerza las manos, 
el brazo, las piernas, el torso. Puedo aprender
a vivir con esto. Quizás es una prueba, y yo tengo que aprender
a manejar esta energía y este impulso para transformarlo
en otra frecuencia,
como lo hacían antes. Puedo...
yo puedo aprender a estar insatisfecha. ¿De verdad puedo?


...y aún así te quiero.


Me rindo, no sé que hacer,
no puedo evitar sentir resentimiento por ti
ni evitar sentirme castrada,
obligada a la sobriedad orgásmica. Qué difícil ser humano.
Ojalá no te deseara como te deseo. Quizá es siempre
el anhelo y la esperanza de que ese día pueda robarte la culminación antes
o al mismo tiempo y sentirnos llenos ambos,
no como ahora,
donde derramo mi copa sobre ti y me quedo vacía.

Puedo vivir con ello.... ¿De verdad puedo...?
¿Tú podrías vivir así? Jugar una ruleta rusa
donde cada partida puedes llevarte más pólvora a casa,
"cohetes cebados"

Quizá estoy haciendo varias cosas mal. 
¿Entonces que hago? 
¿Terminar la relación.?
Guardar comunión, me respondo desde adentro. Esperar, apaciguar.
No quiero pelear más,
no quiero pelear con esto,
y por pelear, me refiero conmigo misma.

"Te amo pero no te necesito" me repito.


EXPERIMENTO #2
"Energía llama a energía"

Dos frecuencias de la misma longitud pueden sincronizarse, en cambio si una de estas frecuencias es alterada, la arritmia de las ondas hará que se de-sincronicen, por lo tanto, vibrarán en campos distintos y les será más difícil coincidir.