Alguna vez
entonces vi que ya me estabas olvidando... SONREI
tan tierna, tan falsamente.
Eran celos,
era envidia,
era odio,
era melancolía,
era tristeza,
era enajenación
pero sin duda una alegría que lograba consolarme el corazon...
si tu eres feliz, yo también lo seria :)
... tal y como lo prometimos alguna vez...
¿LO RECUERDAS?
-No -me respondí. Ya no quería recordar, o eso era lo que trataba de hacerme creer.
Me consolaba con falsos amoríos y falsas ilusiones (como en las que vivíamos alguna vez) pero, ahora, era mas crudo, ERAN REALES. Esto si era real, no digo que lo nuestro no lo fue "alguna vez", pero estaba cara a cara con la realidad... y me gustaba. Tal vez era este toque sado-masoquista que tengo algunas veces, tu debiste de conocerlo muy bien alguna vez, y ahora, me gustaba vivir "aquí", con los pies bien puestos en la tierra, y sufrir como me era debido, como lo tenia merecido por todos los sueños que quebré en un intento de respirar.
Bien... el recordarte me hace sentir esa nostalgia. No puedo negar que no te extraño, pero tampoco afirmar que te necesito, pero mi corazón es orgulloso, y si herido, perdona a los demás, con excepción a mi, esta vez, estaba conmigo... tratando de perdonarme. Aun no entiendo.
"Razonamiento" ya ha aprendido a vivir con esta "realidad", pero el pequeño latente que vive dentro de mi pecho aun enfurece. Es terco. Y cada día, cada vez que mi pensamiento te recuerda en ese intento de olvidarte, el salta y se agita y me estremece cuestionándome por mil cosas lo que sucede... aun no entiende. Me provoca... casi como sucedía contigo...
alguna vez.
Y ahora "realidad" me pega con esta otra sorpresa que me tenia guardada; sorpresa que ya sabia que vendría, sorpresa que pensé tomaría con mas "madurez", pero de nuevo el pequeño se indigna como era de esperarse.
Alguna vez lo prometimos.
¿LO RECUERDAS?
-Si -me respondió razonamiento
-Si- me respondió realidad
-Si- me respondió el pequeño entre dientes
-No- me respondió el reflejo que estaba dentro del espejo.
-Si - me respondí yo misma.
Y ahora me causa esa alegría envidiable,
esos celos dichosos,
esa nostalgia gozosa,
esa tristeza iluminadora...
como esa dulce pena que alguna vez sentí antes, durante y ahora: después de estar contigo.
Estaba feliz, feliz por ti, feliz por mi, feliz por lo que debía de venir... como alguna vez,
como alguna vez,
como alguna vez...
como alguna vez debió de ser.
Pero "alguna vez" dejo de existir,
ya no pertenece a mi.
Alguna vez dejo de ser.
El reflejo me sonríe y se retira conmigo.
