Felino
-Te destierro de tus territorios,
ahora son míos.
-Me sacas de la isla.
Tus marcas en el suelo la primera vez fueron tu bandera,
de conquista.
Te mueves con total soberanía en tus dominios, felina.
-Te asecho.
-Te presiento.
En mi aroma se esconde tu esencia.
Te confundo.
Te invito.
Y te incito.
-A tomarte.
TE ATACO.
CONTRAATAQUE.
Te tengo debajo de mí.
Tus uñas conocen mi carne.
-Mis dientes conocen el grueso de tus carnes,
la sensibilidad de tu piel.
Cada área de tu cuerpo
está marcada
por mis huellas.
Recorres el mapa antes marcado.
Deslizas sudor en tus dedos.
Bailo contigo tus danzas jadeantes.
Tu cadera encuentra mi pulso electrizante.
Bailamos, me riñes, te entregas;
te rindes, te impones y reinas.
a veces desierto, selva, mar y pradera.
Sé dónde morder, dónde besar,
dónde lamer, dónde rasguñar. Puedo oler
el rastro que dejas a mi paso,
como una llamada al suicidio que deja la presa
para ser devorada.
para ser devorada.
Tu entrega es la que marca el camino a mis pasos.
La realidad esta anclada en tus ojos.
-Tengo la mirada al frente, la espalda erguida y la cadera al aire.
Me escondo detrás de los segundos
antes de abalanzarme contra ti.
Te espero, te reto,
te rechazo y te llamo de nuevo.
Me alejo.
Voy contigo.
Es una danza.
-Mientras todo gira y nosotros bailamos
Me pierdo- giran las paredes, el suelo se eleva al espacio -
Encallamos las naves sin presentir el naufragio.
Flotamos juntos.
La tormenta devora la orilla donde una vez encallamos.
